jueves, 13 de noviembre de 2014

ser una mimada



Hoy me descubro ante todos como la mimada de casa, de casa mamá, de mi hermana, de mi abuela, de Laura.......... Llevo dos semanas en casa de mamá, y el balance de mi regreso temporal no puede ser más positivo, madrugones incluidos, me cuidan, me protegen, me hacen sentir amor y me siento viva.

Yo, que a mis 32 cumplidos, soy la mayor de casa, me siento la pequeña, todo son muestras de amor, apoyo y seguridad, la paz que me aporta el beso de buenas noches de mi madre y mi sobrina, los momentos de risa con Laura, las meriendas en casa de mi abuela, el mensaje de mi hermana a media mañana para preguntarme si vengo a comer a casa, poner las calles con mis rubias favoritas entre carcajadas antes de que se esconda la luna..... y es que, en casa, no me falta gloria bendita.

Mi hermana, tres años más pequeñas que yo, que me cuida, me mima y le riñe a mi madre por su sobreprotección; mi madre, mi ángel de la guarda, con su llamada de media mañana para recordarme que tengo que desayunar; mi abuela, que me hace sentir constantemente cuanto me quiere; Laura, la pequeña de mi casa, que es hermana, amiga, confidente, orgullo y mi debilidad; mis rubias, que cada mañana, desde las 6, llevan la sonrisa puesta.

En mi casa, la mayoría somos mujeres, todas totalmente distintas, con personalidades que se solapan, sueños comunes y risas compartidas, todas ellas, mis chicas, de un modo u otro me miman,me hacen sentir especial y única, ellas son lo mejor de mi vida, pero realmente, lo de mimada no es por ellas, soy una mimada de la vida, por que me las han dado a ellas de capricho,para poder crecer y ser mujer con sus ejemplos, para ser fuerte aunque vengan mas dadas y para ser yo misma, con mis momentos de bajón,mis trocherías, mis sueños y mis dolores.....

Orgullosa estoy de todas y cada una de vosotras, os adoro.