miércoles, 29 de octubre de 2014

hoja de ruta


El principio de toda hoja de ruta es marcar la meta, establecer un plan a seguir, unos objetivos que ir consiguiendo y alcanzar la tan ansiada meta.Una vez establecida la meta, el itinerario a seguir debe estar claro, teniendo siempre uno alternativo, que en caso de necesidad, te permita seguir adelante sin perder el tiempo ni la ilusión.

Y todo esto lo sé por que lo he experimentado en mi misma, he tenido que cambiar el itinerario que me llevará a mi meta, y aunque en el momento inicial en el que ves que hay que optar por el itinerario b te derrumbas, maldices y te dan ganas de tirar la toalla ( y las sábanas, vajillas, cristalerías y hasta perfumes contra la pared )..... y pasas por las siguientes fases antes de volver a ser tu misma.

Las cinco fases por las que pasamos son :
- negación y aislamiento.
- ira.
- pacto o negociación.
- depresión.
- aceptación.

En la primera fase ( NEGACIÓN Y AISLAMIENTO ) nos permite amortiguar el dolor ante una noticia inesperada e impresionante, que nos permite sobreponernos.Es una defensa provisoria y que pronto será sustituida por una aceptación parcial.

En la segunda fase ( IRA ) la negación es sustituida por la rabia, la envidia y el resentimiento y surgen todos los por qués.Es una fase difícil de afrontar, por que la ira se desplaza en todas direcciones, aún siendo injustos, nos quejamos por todo, y todo nos viene mal y es criticable. Lo cual terminará con lágrimas y dolor, por culpa o vergüenza indistintamente.

La tercera fase ( PACTO O NEGOCIACIÓN ) nos lleva a una situación en la que intentamos llegar a un acuerdo para superar la vivencia traumática, ante la dificultad de afrontar la realidad y el enfado que tenemos con el mundo.

La cuarta fase ( DEPRESIÓN ) es cuando no podemos seguir negando la evidencia, nos debilitamos, perdemos el apetito, aparecen otros síntomas y nos sumimos en una profunda tristeza.Es un estado temporal y preparatorio para la aceptación de la realidad y en la que suele ser contraproducente intentar animar a la persona que la está sufriendo y sugerirle ver las cosas por el lado positivo. En esta etapa se necesita del lenguaje verbal o compartir el silencio, puede transmitir más una caricia en la mano o sólo estando ahí en silencio.En esos momentos, la excesiva interveción del entorno para animar, dificultará la superación del proceso de duelo.

En la última fase ( ACEPTACIÓN ) entramos en una etapa de paz, en la que se empieza a ver las cosas de otro modo, lo que no significa que la aceptación sea una etapa feliz, ya que generalmente suele estar desprovista de emociones, todo nos da un poco igual, nada nos apasiona ni nos disgusta especialmente. Empezamos a sentir esperanza, que nos provocan las ganas de seguir y empezmos a sentir el optimismo inicial de que aún hay algo por bueno por venir, vamos perdiendo la necesidad de hablar del dolor.

Una vez pasadas estas fases, que puede variar su prolongación en el tiempo dependiendo de la importancia que le demos al objeto de pérdida, hay que recalcular la hoja de ruta y volver a marcar el itinerario para poder lograr la consecución de la meta.

Y todo este discurso, que para una persona que esté en esa pasando por cualquiera de las primeras cuatro fases suene a cuento chino, y pueda pensar esta chica es tonta, no sabe de lo que escribe, y es totalmente respetable, y totalmente equívoco, sé perfectamente de que hablo por que lo he sufrido yo misma, lo he sufrido y lo he superado, y sí, duele, lloras, pataleas y maldices al mundo, pero todo pasa, lo malo y lo bueno, y al final, lo único que cuenta es lo que suma, los momentos que cuando seas mayor al recordarlos te dibujen una sonrisa en la cara.

Yo he fijado la meta, he cambiado la hoja de ruta  y sigo apostando por mi, por que quiero, por que puedo y por que me lo merezco.





jueves, 9 de octubre de 2014

Señales


Yo siempre he sido una persona muy observadora y por tanto he prestado mucha atención a las señales que me iba encontrando,aunque en ese momento no lo entendiera.

En las relaciones personales, sean del tipo que sean, las pequeñas señales marcan las diferencias y te ayudan a hacerte tu propia versión de la verdad, que no siempre se ajusta feacientemente a la realidad, por que como en todo, siempre hay tres versiones : la de uno, la de otro y la realidad.

Últimamente vuelvo a vivir en una montaña rusa constante de emociones intensas, todas buenas y algunas mejores, y en ello influye mucho todas las señales que me han ido dejando, de un lado y de otro, todas las personas y acontecimientos ( buenos y menos buenos) que me han ido pasando.

Hay momentos en los que da igual lo que pase, por que todo lo que te venga eres capaz de afrontarlo, superarlo y seguir sonriendo, y en este momento en mi vida pasa eso, y tengo complementandome personas maravillosas, esos amigos con los que planificar un golpe de estado y luego irte a tomar un café como si tal cosa.

Definitivamente soy una persona muy afortunada, por que aunque tengo el pleno convencimiento de que todo será como yo quiera, que sólo tengo que quererlo y proponermelo para conseguirlo, tengo la suerte de contar con el apoyo incondicional de personas que me quieren muy bien y mucho, a pesar de no tener la asiduidad que me gustaría, pero SIEMPRE están ahí,apoyando cualquier idea loca , por muy absurda que les parezca, siempre con una palabra de aliento y una sonrisa.

Hace tiempo aprendí que las cosas tienen la importancia que tu les quieras dar, que como todo en la vida, lo que viene se va,lo que empieza se acaba y lo malo termina, y al final lo que cuenta son los momentos en los que fuiste feliz y no las vicisitudes que fueron surgiendo y que superaste.

Hoy soy feliz, con mis momentos de vulnerabilidad y de fortaleza, pero siempre con la sonrisa pintada de rojo, por que al final, si le sonríes a la chica del espejo, ella te sonríe a ti.