miércoles, 25 de septiembre de 2013

Otoño.



Recién empieza el otoño, esa época del año en que se vuelve a la rutina, se empieza el curso, y no sólo el escolar, se piensa en nuevos cortes de pelo y se arreglan los armarios para desterrar las tirantes y dar la bienvenida a las mangas, bufandas..... ( no es mi caso, yo tengo toda la ropa colgadas en los armarios todo el año).

Esta estación se presta a que la gente se deprima por que el tiempo empieza a ser menos cálido, el sol nos dice hasta mañana antes y todo el mundo parece estar ocupado en mil cosas y con menos tiempo para vivir..... Es la temporada ideal para aprovechar los viernes para tomar un café con amigos que durante la semana o salir a tomar el aperitivo o almorzar el fin de semana y aprovechar los rayos de sol en alguna terraza.

No sé si será la edad o que a ratos soy inteligente, pero cada día me gusta más salir de día, lo cual no significa que no me guste salir a tomar un vino y terminar viendo amanecer.

Este otoño, bendito otoño de tardes con luz mágica y días que nos sorprenden nubes lloronas,lo pienso pasar muy ocupada, como algunos ya sabéis vuelvo al cole como diría el anuncio de aquellos almacenes de corte guiri, en unos días empezaré un taller de costura, que me hace mucha ilusión, por que a menudo no encuentro en tiendas aquellas prendas que busco y me provoca coraje infinito,además de lo que me relaja dar puntadas ( lo descubrí en primavera haciendo el traje de gitana), tengo que dedicar más tiempo a quienes me importan de uno u otro modo, y ¡tengo que seguir soñando!

Me he puesto metas, y estoy dispuestas a cumplir todas y cada una de ellas, aunque me cueste dejar de practicar mi deporte favorito ( dormir ), me deje la piel en cada cosa que haga y las sonrisas cuando en realidad lo que me apetezca sea gritar y quejarme.

Me gusta el otoño, la decadencia de la caída de las hojas, estar ocupada y caer para aprender y levantarme con fuerzas renovadas.Me he propuesto ser feliz y concederme el lujo de no hacer nada que no me complazca aún a riesgo de perder gente, que si desaparecen igual es que no debieran seguir en mi vida, y no hablo de volverme egoísta ( un poco sí ), pero sí de priorizar el papel de mi vida en mi vida, parece un poco egocéntrico, pero no lo es, me cansé de vivir complaciendo a los demás y dando prioridad a cosas ajenas y relegando a un segundo plano lo mío.¡SE ACABÓ!

Este otoño es el principio de una nueva década, de puntos de inflexión y de cultivar la felicidad del resto de mi vida.

Como no puede ser de otro modo, gracias a todos y cada uno de los que estáis en mi vida y me provocais una sonrisa, ¡GRACIAS!

domingo, 1 de septiembre de 2013

Mi septiembre



Se hizo esperar nueve meses,para llegar, pero ya está aquí : ¡SEPTIEMBRE!

Siempre me gustó este mes por motivos obvios, es mi cumpleaños, en 14 días cumplo 31 años, y como cada año, antes de que llegue eso me toca felicitar a los dos pilares de mi vida, mi abuela, que tan bella como siempre ,cumple años diez días antes que yo, con su sonrisa infinita y su corazón enorme que es refugio de todos, guardiana de secretos,creadora de amor, maestra sabía en lecciones a voz bajita, la paz de las cosquillas en el brazo en la sobremesa, señora por derecho y mujer valiente y fuerte que me emociona cada vez que me dice "te quiero mucho, que no se te olvide nunca", como si fuera posible olvidar sus infinitos besos y sus abrazos cuando llego a su casa gritando "abuela, ya estoy aquí".

Seis días después es el santo de mamá, mi mamá, y me da igual que suene infantil decirlo así, es mi madre y siempre la veré como la protección y el amor independientemente de los años que yo cumpla, por que me siguen temblando las pestañas cuando me llama Pili, por que mi madre, al contrario que el resto de las madres, cuando se enfada me acorta el nombre en vez de llamarme por el nombre completo.

Evidentemente, mi madre es la mejor madre del mundo, y lo siento, pero no admito réplica, ¡lo es y punto! Mamá siempre me apoya aunque a veces no entienda el por qué de mis decisiones o no esté de acuerdo, y siempre es su "bueno nena, tu haz lo que tu veas mejor" lleno de comprensión, aunque alguna vez (más de alguna me temo) le haya matado por dentro la decisión que yo haya tomado. Mi madre no es mi amiga, es mi madre, aunque muera por irme una noche de fiesta con ella, mi madre no es mi amiga, es mi madre, aunque nos intercambiemos tacones, mi madre no es mi amiga, es mi madre, aunque le cuente todas mis intimidades, mis miedos, mis indecisiones y todo lo que me pasa por mi cabeza de rubia loca.

Después de eso ¡llega mi cumpleaños! 31 años, en los que he sido inmensamente feliz, incluso en los momentos no bonitos, incluso cuando dejamos de verle a él. El día de mi cumpleaños cada vez que suena mi móvil me da un vuelco el corazón, y siempre, a las doce en punto del mediodía mamá me llama, para felicitarme, ni un minuto antes, ni un minuto después, y como todos los años, mi hermana, mi mitad, Celia, me saca de quicio esperando a la noche para felicitarme, me desquicia esa costumbre, pero si lo hiciera antes se me haría raro, ¡Celia y sus genialidades!

Pero este año, mi septiembre es mucho más. Este año, al terminar el verano (el 21 de septiembre, gracias Rocío por recordarlo) estaré en Cádiz, en el bautizo de Mini (Alicia), mi muñequita preciosa, y aunque me ha creado el dilema, al final iré. Me ha dolido tener que elegir entre el bautizo de Mini y el de Mario, ambos el mismo día, en provincias distintas..... ¡Quiero ir a los dos!

Cuando vuelva de Cádiz será otoño, y antes de que octubre nos ocupe el calendario yo ya estaré liada buscando los temarios y felicitaré a mi adorada Ratón y a Dani (sí, en mi familia septiembre nos la pasamos celebrando), que aunque apenas los vea ¡los adoro!

Septiembre, mes de vuelta al cole, de cambios, de alegría, de proyectos, y para mí, de felicidad infinita.

¡Bienvenido Septiembre, como te has hecho esperar!